Las empresas extraen nuevas lecciones de liderazgo aprendiendo a torear.
Torear es avanzar hacia el peligro cuando lo razonable es retroceder! Resolver el miedo con convicción y aplomo! Situar el compromiso por encima de las adversidades! Es improvisar –solo, pero con un equipo detrás– las soluciones acertadas. Por eso el toreo puede ofrecer grandes lecciones de liderazgo y gestión.
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Y por eso el team building taurino ha brotado con fuerza como actividad grupal para ayudar a desarrollar tanto nuevas actitudes como aptitudes latentes. Se trata de una experiencia para “hacer equipo” en un entorno radicalmente distinto al de las oficinas, que aporta una nueva perspectiva para la gestión empresarial.
La compañía que ha dado el pistoletazo de salida a esta nueva disciplina es Bull Team, que ya ha realizado cursos con Banco Santander, Helvetia, IBM o Nespresso, entre otras empresas.
Gestión del miedo
“La evidencia de pasar por lo que pasa un torero es muy positiva para trasladarla a la vida empresarial, ya que deja muchas enseñanzas, como la superación, el desarrollo de la inteligencia emocional, la toma de decisiones con rapidez, el arrojo o la gestión del miedo”, apunta el matador retirado Eduardo Dávila Miura, que capitanea Bull Team junto al abogado y escritor de dinastía rejoneadora Rafael Peralta Revuelta y al creador del tauropilates, Ignacio Moreno de Terry.
Lo corrobora el director comercial de Nespresso a nivel mundial, Christophe Cornu, quien asegura, tras la experiencia: “Ponerse en un riesgo calculado voluntariamente para obtener resultados superiores a la norma es una cualidad única que sólo demuestran el torero y el verdadero hombre de negocios”.
Cornu añade: “Elegimos este arte único para nuestra formación de liderazgo de alto nivel ya que creemos profundamente que hay elementos importantes de las corridas que se pueden aplicar en la vida empresarial”. Por ejemplo: “No tiene sentido entrar en el ruedo o en el mercado sin estar perfectamente capacitado para los desafíos”. Además, Cornu aprendió “el manejo de un oponente o competidor que te está superando en tamaño y energía, convirtiendo sus fortalezas en debilidades”.
Otra empresa que acaba de saltar al ruedo es el bufete RHGR Ontier, que en su convención anual apostó por hacer equipo en una jornada de lo que Bull Team llama natural coaching: “Llevar a la gente al campo, acercarla al mundo del toro. El entorno contribuye a creérselo”, apunta Dávila Miura. Además, después de las actividades de grupo, los empleados tienen que salir a torear vacas de un año, como un matador. O sea, solos.
Capitanear un equipo
No en vano, el torero es líder en solitario y, a la vez, en equipo. Todo el trabajo del grupo depende, al final, de él. Por eso, como dice Dávila Miura, “el miedo al fracaso es mayor que el miedo a la cornada”.
El socio director de RHGR Ontier, Pedro Rodríguez Rodero, lo corrobora: eligió esta actividad para la formación de sus empleados por cómo enseña a capitanear un equipo: “Gestión del miedo, del estrés, superar complejos… el toreo, sin ninguna duda, te ayuda a creértelo, a comprometerte”.
De entre los empleados del bufete que fueron toreros por un día destacó el presidente de Ontier, Adolfo Suárez Illana. De hecho, el hijo del primer presidente de la democracia es aficionado práctico (torero amateur) y ha hecho el paseíllo en algunos festivales.
Otras empresas, como las consultoras Make a team, Inmark e Isavia se han apuntado al carro y van a ofrecer estos servicios. El team building taurino acaba de nacer, but it is here to stay.
Source: Expansión 22/04/2014
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